¿ES EUROPA UN ESPACIO DE LIBERTAD, SEGURIDAD Y JUSTICIA?
En 11 años y 10 meses NINGUNA AUTORIDAD POLICIAL o JUDICIAL ha presentado una prueba de identificación (no hay fotos del cadáver, no nos permitieron identificarlo ni existe un certificado de identificación). LA RESPUESTA durante estos años ha sido SILENCIO
Quizás, a mi hermano Miguel Angel le mataron y pudo ser objeto de tráfico de órganos en Suecia pero no se puede investigar el caso porque no existe prueba alguna de que sea Miguel Angel la persona que enterramos.
Si he llegado a esta conclusión es por todo lo que llevo viviendo y escuchando durante estos 11 últimos años, por la documentación que he ido recopilando y porque NADIE ha investigado el caso ni se han molestado en intentar convencerme con argumentos de lo contrario.
Hace más de 11 años una llamada telefónica cambio mi vida y la de mi familia. Eran las ocho de la noche y estaba cambiando los pañales a mi hija. Dudo que olvidé algún día esas palabras «¿Eres la hermana de Miguel Angel? Le llamo de la Policía de Bilbao, su madre me ha pedido que le llame, ha aparecido un cadáver en avanzado estado de descomposición flotando en aguas de Estocolmo que portaba una fotocopia del DNI de su hermano Miguel Angel, le han matado, le han cortado la mano derecha para evitar su identificación…..». No podía asimilar lo que me estaba contando, mi único pensamiento era mi madre.
Así comenzó una pesadilla que dura 11 años, en los que me he dedicado en cuerpo y alma en investigar qué pudo ocurrir a mi hermano. He suplicado a Instituciones suecas, españolas, europeas, vascas y NADIE ha hecho absolutamente nada y todo lo que he conseguido ha sido a base de pelear, insistir y aunque ha habido muchos momentos que pensaba que no podía más, siempre he tenido a mi lado alguien que me ha animado a seguir. He recibido humillaciones, insultos, personas con cargos importantes, defensoras de derechos humanos, «gente buena» sólo en apariencia, pero lo que más me ha dolido es la indiferencia, el desprecio hacia la persona de mi hermano Miguel Angel, para mi solo era y es MI HERMANO EL MAYOR.
Además de la tristeza por la pérdida de un hermano tuve que decidir entre la resignación, seguir con mi vida cotidiana como si nada hubiese ocurrido o seguir luchando por defender los derechos de mi hermano y los de mi familia, si estoy aquí es porque decidí luchar. Porque tenemos derecho a conocer las circunstancias de su muerte, tenemos derecho a que nos traten con dignidad, respeto y las Instituciones tienen la obligación de garantizar que nuestros derechos se cumplan.
Los suecos le trataron como un «sin nombre», es más, así ordenó la Policía que lo enterraran y aquí ha recibido el mismo trato.
La Policía española no me ha entregado los documentos relacionados con la muerte de mi hermano alegando que son privados, en cambio, por diferentes Instituciones se han enviado sus informes médicos, indignante.
11 años después no sabemos causa, fecha, circunstancias de su muerte ni tan siquiera si el cadáver que hemos enterrado sea el suyo. ¿Tortura Institucional?
¿Alguien puede creer que este papel (copia del DNI) permaneció mes y medio en el agua?
En todo este tiempo, he vivido en primera persona, con rabia y perplejidad, la inexistencia de un Departamento, Entidad o Asociación alguna donde dirigirme, e incluso he tocado puertas donde “legalmente” debería haber encontrado apoyo (Policía sueca; Defensor del pueblo sueco “Ombudsman”, español y Ararteko; Interpol; Sirene; Policía judicial de Bilbao; Ministerio del Interior; Embajada de España en Estocolmo; Subdirección General de Protección de españoles en el extranjero del Ministerio de Asuntos Exteriores; Departamento de Derechos Humanos del Gobierno Vasco; Servicio de Atención a la víctima; Parlamento Europeo; Políticos varios; Asociaciones de victimas; Alcalde de Getxo…etc.) y en la mayoría de los casos, lo único que he encontrado ha sido frases como “tienes toda la razón pero no te podemos ayudar porque como ha ocurrido en Suecia” o SILENCIO ADMINISTRATIVO (debería estar prohibido). He realizado miles de llamadas de teléfono y escritos sin respuesta alguna; alguna promesa incumplida; alguna respuesta ofensiva.
He tenido que escuchar como una jabata (porque sí gritas eres una loca) que le han matado por ser un ser un DON NADIE, un ser marginal, en definitiva, un vagabundo además de loco, alguien que no cuenta, que no sirve, que no importa. Estaban hablando de mi hermano y encima les he tenido que agradecer por atenderme.
NINGUNA INSTITUCIÓN SUECA, ESPAÑOLA, EUROPEA O VASCA HA HECHO ABSOLUTAMENTE NADA y estoy convencida que por esta falta de acompañamiento mi familia se encuentra en esta situación de desamparo e injusticia.
11 años de SILENCIO, nadie ha llamado a mis padres, Angel e Isabel, con 86 y 84 años y siguen esperando respuestas, no quieren morir sin saber sí es su hijo el que está enterrado en Londres.
11 años intentando buscar respuestas, poner una denuncia (algo que en Suecia no permiten) y ayuda institucional. El 3 de enero de 2014 por fin la Policía de Estocolmo nos permitió denunciar los hechos (en inglés), recibimos una copia de la denuncia (en sueco) y no hemos tenido noticias de la misma ni nos ha llamado para testificar. Una denuncia por tráfico de órganos de un ciudadano europeo y no se ha abierto una investigación.
Sí he decidido hacerlo público es porque mi familia, mis padres necesitamos saber si la persona que hemos enterrado es Miguel Angel. Queremos que se abra una investigación en Suecia y evitar que otras familias pasen por lo esta situación tan terrible. Porque pienso que hay muchos más casos como el de mi hermano aunque quizás ni sus familias tengan conocimiento de ello. Y lo que es más importante, para que ninguna familia se encuentre en la misma situación de desamparo y silencio como la que a mi familia nos ha tocado vivir y todavía seguimos viviendo.
No nos engañemos, existen leyes de repatriación, Directivas que defienden los derechos de víctimas de delitos violentos, Directivas que defienden a las víctimas de trata de personas (tráfico de órganos) a nivel europeo pero las Instituciones de los diferentes países, no la ciudadanía, incumplen estas leyes que ellos mismos han firmado para hacernos creer que existe la Justicia, pero la realidad es otra bien diferente
Fiscalia de la Audiencia Nacional ha pedido la exhumación a Londres y la realización de una prueba de ADN para saber sí el cadáver que enterramos es el de Miguel Angel, Londres no ha contestado y quizás nunca lo haga porque ninguna Institución sueca, europea, española o inglesa tiene el mínimo interés por esclarecer los hechos.
Quizás, a pesar de tanta lucha, no consiga ni tan siquiera la realización de esta prueba de ADN que acabaría con la tortura institucional que ya dura 11 años.
Sí mi hermano o cualquier ciudadano hubiese cometido un delito habría pagado por ello, en cambio sí el delito lo cometen Instituciones públicas no existe ni tan siquiera una investigación y de Justicia mejor ni hablar.