«Le llamo de la Comisaría de Policía de Bilbao. Hemos recibido un fax de la Policía sueca informándonos de que ha aparecido un cadáver flotando en aguas de Estocolmo en avanzado estado de descomposición. En el bolsillo del pantalón tenía la FOTOCOPIA del DNI de su hermano Miguel Angel. Parece ser que le han matado, le han cortado la mano derecha para no ser identificado…….» Esta llamada telefónica cambió mi vida y la de mi familia el 22 de setiembre de 2005 a las 20.00 horas.
Durante días la policia sueca hablaba con la policia española de acto criminal, imposibilidad de identificar el cadaver por huellas dactilares, secreto de sumario pero en horas todo cambió, Miguel Ángel tenía familia e íbamos a ir a Suecia de forma inmediata. De repente muerte natural, suicidio, identificación dactilar, adiós secreto sumarias,…. todo normal.
Casi 13 años después desconocemos la causa, fecha y circunstancias de su muerte pero lo que es peor, no tenemos la certeza de que el cadáver que hemos enterrado sea Miguel Angel. No existen fotografías del cadáver, no existe un certificado de identificación, no nos permitieron ver el cadáver, el policía de Estocolmo que llevó la «investigación» desconocía el lugar donde había aparecido el cadáver, es más, toda la documentación del caso está plagada de contradicciones y mentiras.
En todos estos años ninguna institución española, sueca, inglesa, europea ha hecho absolutamente por mi hermano Miguel Angel, a pesar de que pudo ser víctima de un delito de homicidio y/o de tráfico de órganos. 4 años lleva en el cajón de Fiscalia de la Audiencia Nacional, Gran Bretaña no responde a los requerimientos de España para exhumar el cadáver y realizar una prueba de ADN,
Ninguna Institución española, sueca, inglesa, europea ha tenido en cuenta la tortura de estos años, 12 años, 9 meses, y 26 días , 4683 días, sin saber sí la persona que enterramos es realmente mi hermano Miguel Angel. ¿Y sí enterramos el cadáver de otra persona?
Esta es la respuesta del Gobierno español al respecto que me gustaría matizar:
- El informe preliminar del 27.09.2005 (corroborado el 13.01.2006) es del departamento forense, no de la Policía sueca. La policía sueca remitió el 13.01.2006 2 hojas del documento de Autopsia relativas al Dictamen sin constar ninguna descripción externa, vestimenta,…. El muerto podía ser cualquiera. El Dictamen tampoco aportaba mucho: «presumiblemente los pulmones con señales de haber muerto ahogado. Se sospecha que se tiró al agua de un buque de procedente de Helsinki (no existía un billete, testigos, ni estaba en la lista de pasajeros tal como es obligatorio en este recorrido). El cuadro global parece indicar que ha fallecido ahogado. Las circunstancias podrían indicar que se haya podido suicidar» . La forense describe unos golpes y hematomas zona derecha (según la policía sueca «debido a causas naturales»). La causa de la muerte era suicidio pero en el documento de la Policía sueca que firmamos a la entrega de objetos personales consta como causa de muerte ACCIDENTE DE TRÁFICO.
- La Embajada de España en Estocolmo registró el fallecimiento el 11 de octubre de 2005 sin una prueba fechaciente de la identidad del cadáver (prueba de identificación policial, fotografías, identificación visual ya que varios funcionarios de la Embajada conocían a Miguel Angel y en Suecia es obligatorio el reconocimiento visual). De haber solicitado a la Policía de Estocolmo el Certificado de identificación hubiesen descubierto que en los archivos policiales constan varias fechas diferentes de la identificación y que constaba «Persona identificada a través del dedo índice IZQUIERDO» (únicamente tenían huella del índice derecho).
- Una funcionaria de la Embajada de España acompañó a los familiares en sus trámites con la policía y funeraria, cierto, con cargo de auxiliar administrativa. El caso ni mi familia merecía un acompañamiento por parte del Cónsul o Embajador que hubiese podido defender nuestros derechos en la Comisaría de Policía, por ejemplo, cuando el Policía encargado de la investigación nos negó el derecho (obligatorio en Suecia) a identificar el cadáver.
- Mes y medio tardó la Policía sueca en entregarnos el cadáver. En esta respuesta del Senado afirman que la Embajada de España en Estocolmo realizó las gestiones oportunas para trasladar el cuerpo a Londres (ciudad donde fue enterrado por expreso deseo de Miguel Angel), pues bien, el féretro estuvo 5 días en las cámaras frigoríficas del aeropuerto de Heathrow por falta de documentación.
- Por si existe alguna duda, la familia sufragamos todos los costos funerarios.
- Al ser una muerte violenta, en Londres se le realizó un examen postmortem descubriendo que los pulmones eran normales (no había muerto ahogado), los golpes no eran compatibles con el lanzamiento desde una altura al agua y lo peor de todo, no se pudo determinar la causa de fallecimiento por ausencia del corazón (así como otros órganos). El Coroner de Westminster en un principio desautorizó la sepultura, es más se pospuso un día realizándose el entierro un sábado y abrió una investigación. La Oficina del Coroner contactó con el Consulado de España en Londres para pedir información a Suecia sobre el caso. Tal y como marca la ley en Gran Bretaña, el 22 de marzo de 2006 se cerró la investigación como «open veredict» al no haber recibido información adicional de Suecia.
- Efectivamente la Embajada de España en Estocolmo nos entregó en octubre de 2005 el Certificado de Defunción expedido por la Embajada de España en Estocolmo, así como copia debidamente traducidas de «parte» de la documentación (autopsia preliminar y 2 hojas de la policía) y la FOTOCOPIA del DNI que encontraron en el Departamento Forense (la policía no miró en sus bolsillos y mandó enterrarlo como un «sin nombre»).No tradujeron el Atestado policial (1 hoja) ni el documento donde detallan los objetos que nos entrega la Policía de Estocolmo donde consta «INVENTARIO: dinero en metálico, objetos de valor, documentos identificativos, medicamentos y otros objetos relativos con la muerte/ACCIDENTE DE TRÁFICO, el día 22.09.05. Este papel dice la Policía sueca permaneció aproximadamente mes y medio en agua
- En cuanto a la factura de la Funeraria, a pesar de haberlo solicitado, no nos fue remitida. La Embajada de España en Estocolmo nos envió copia de un abonaré, devolución de parte del fondo que habíamos adelantado a la funeraria. En el abonaré consta el nombre de mi hermano, el de una funcionaria de la Embajada y la dirección de la Embajada de España en Estocolmo.
- Por supuesto que la familia agradecimos en un principio la labor de la Embajada. Sin embargo, tras el shock de lo ocurrido, empezamos a vivir la peor de las pesadillas y de repente nos convertimos en protagonistas de una novela negra sueca, pedimos ayuda institucional y la respuesta fue el silencio y la inacción.
- Según certifica el Ararteko (Defensor del Pueblo del País Vasco) , mi familia hemos sufrido una doble, triple,… victimización, lo que se conoce como victimización secundaria afirmando “Lo que tengo muy claro es que ha habido cuando menos actuaciones incorrectas e incluso irregulares por parte de la policía sueca, de la Administración de aquel país y también por parte de las autoridades españolas que han intervenido (Embajadas, Ministerio de Asuntos Exteriores, Ministerio de Interior). Los familiares de Miguel Ángel no habéis recibido el trato y la atención debida, y por tanto aprecio, sin género de duda, la existencia de mala praxis administrativa”.
- Para acabar, dicen que la hermana acudió a Fiscalia del País Vasco alegando una incorrecta identificación, pues bien, la hermana llevaba años denunciando que no había habido una correcta identificación, es más, así consta en mi escrito al Ministerio de Asuntos Exteriores el 15 de noviembre de 2005, en la reunión que tuvimos en el Ministerio de Asuntos Exteriores el 17 de febrero de 2009, en mi escrito a la Policía Nacional de Bilbao el 8 de junio de 2006, en la queja que formulé en el Ararteko (Defensor del Pueblo Vasco) el 17 de mayo de 2006, en la queja que puse en el Parlamento Europeo el 5 de noviembre de 2007, en el escrito para el Ministerio de Interior del 25 de julio de 2009,………etc.
- La documentación entregada por la Policia sueca demuestra que no existió una correcta identificación. Es más, la Policía de Estocolmo en setiembre de 2017 tras leer la documentación tramitó una denuncia donde consta «la hermana del DESAPARECIDO«. Ah, solicité acompañamiento a la Comisaria al Consul de España en Estocolmo y su respuesta fue NO. Paradojicamente el Jefe de la Comisaria de Estocolmo me dijo «¿Donde están las Autoridades españolas? ¿Por qué NADIE ha pedido explicaciones a Suecia¿4683 días?»
- Después de 4683 días tenemos: un cadáver SIN IDENTIFICAR y sin corazón; un certificado de defunción de la Embajada de España en Estocolmo y una denuncia de la Policía de Estocolmo donde consta DESAPARECIDO. ¿Qué es mi hermano, un muerto, vivo o desaparecido?. Para las Instituciones no es nada ni nadie.